Raúl Serebrenik G. y Perla Sultan de Serebrenik.
Familias Empresarias, continuidad y legado.
Es responsabilidad de toda empresa familiar definir una ruta y unos objetivos claros sobre lo que quieren que ocurra con su patrimonio en las futuras generaciones.
El cambio generacional del patrimonio en las familias empresarias se relaciona con el compromiso de sus miembros en la organización, el conocimiento del negocio y la planeación a largo plazo que va muy ligada con los intereses de la familia. Es necesario desarrollar una cultura de planeación patrimonial en la cual exista un proceso continuo de revisión y análisis de las estrategias de acuerdo con los cambios del entorno económico, así como, un plan de formación en el tema patrimonial para las diferentes generaciones.
Cuando hablamos de planeación patrimonial nos referimos, necesariamente, a todas aquellas proyecciones y decisiones mediante las cuales se pretende salvaguardar el patrimonio para el futuro. Esta planeación abarca una serie de temas particulares que incluyen las necesidades colectivas e individuales de los miembros de la familia. Es, además, un ejercicio que debe estar en constante renovación y actualización durante cierto periodo de tiempo. Esto se debe a que la coyuntura económica es cambiante y, mirándolo desde el punto de vista táctico, hay que ajustar las circunstancias a las necesidades de la familia y a las circunstancias actuales.
Desde el punto de vista de la responsabilidad es fundamental entender que dentro de las familias empresarias existen unas problemáticas asociadas a los flujos económicos que son muy sensibles como, por ejemplo, la repartición de dividendos. A medida que pasa el tiempo la familia crece. Generalmente este crecimiento es mayor que el de sus empresas pues el fundador crea desde el principio un imperio y logra expandir su riqueza, pasándola así a las siguientes generaciones.
Sin embargo, en el transcurrir de esas generaciones sostener esos niveles de crecimiento es difícil puesto que si la familia logra crecer de manera simétrica va a generar una presión sobre los dividendos, especialmente cuando hay miembros externos a la empresa. En síntesis, al existir mayor propensión de las nuevas generaciones para obtener los dividendos que les pertenecen, y por no encontrarse dentro del gobierno corporativo de la empresa o del circulo económico de esta, es más probable que el patrimonio se disperse y no permita el crecimiento de la empresa como en sus inicios.
Cada vez más esos miembros particulares pueden llegar a depender entre sí pues la mayoría de sus ingresos son a través de esos dividendos pagados por la empresa. El no entender las necesidades individuales y la planeación financiera personal hace que la persona al mando tenga que exigir un mayor crecimiento y rendimiento a la empresa. El problema es que estas dos situaciones están sujetas a los ciclos económicos y son determinantes y generadores de una serie de escenarios negativos pues al exigir una gran cantidad de dividendos se retira la posibilidad de crecimiento de la empresa. En cambio, cuando se reparten pocos dividendos los diferentes miembros de la familia pueden pensar que su patrimonio no está generando ningún ingreso y comienzan a perder ese compromiso individual.
Una recomendación que usualmente hago a las familias cuando me consultan este problema es aconsejarles a todos los miembros de la familia una mayor formación en los temas patrimoniales. En la medida en que éstos entiendan el manejo financiero van a poder entender y planificar sus finanzas personales de tal manera que van a permitir que la empresa tenga un proceso de equilibrio normal.
Cabe resaltar que la responsabilidad patrimonial no se limita únicamente a la concepción de cuidar la riqueza material, sino que también incluye las diferentes dimensiones de la riqueza familiar. No se puede ser responsable solo con el capital financiero o patrimonial sino también se requiere tener conocimiento estratégico de los diferentes capitales, como lo son el intelectual, estructural, espiritual, familiar, emocional entre otros. Es importante entender como todos estos factores también deben tener una planeación estratégica y una gestión adelantada al interior de la familia y que sea conocida por todos los miembros.
Metodología para desarrollar la planeación estratégica
En el tema patrimonial hay que tener claro que entre más temprano se comience a planificar se va a tener mayor capacidad de ir desarrollando o incidiendo en los diferentes aspectos que la familia debe abordar. En general, a los miembros de la familia se les debe ofrecer la posibilidad de madurar en todos estos temas porque no es solo hacer la planeación, se requiere de un proceso continuo de revisión que se va actualizando de acuerdo con cómo va cambiando el entorno económico. Esto debe ser un ejercicio continuo de cada generación y así se va desarrollando una cultura de planeación donde se evitarán muchos problemas. El fundador deberá empezar con este ejercicio para transmitirlo a las generaciones.
Es importante tener en cuenta que esa visión patrimonial implica un enfoque integral en los aspectos empresariales, familiares e individuales con un punto de conexión integral desde un plano estratégico en donde todos se comprometen para recibir beneficios alrededor de la familia y de manera individual, pero asumiendo el compromiso y la responsabilidad de hacerlo ojalá de la manera lo mas profesionalmente posible.