Por Raúl Serebrenik G.
Ya a finales de la década de los 90´s y con los resonados escándalos que se dieron en paralelo de diferentes compañías y en diferentes países, como lo fueron los casos de Arthur Anderson, Parmalat, Enron y demás; el tema de Gobierno Corporativo se puso de moda, bien porque a principio de la década del 2000, como resultado de los escándalos en cada país, se impusieron diferentes legislaciones para regular varios aspectos del Gobierno Corporativo.
Sin embargo, mi experiencia en el campo indica que en una Empresa Familiar no son las legislaciones el principal factor de profesionalización de su junta, sino más bien el sincero deseo y el compromiso de los miembros de familia, de aprender a sacarle el mayor provecho a una junta profesional; adicionalmente quisiera agregar que ese impacto positivo en la compañía tiene que ser mesurable y objetivo.
El escoger una Junta Directiva “ideal” ha sido objeto de múltiples estudios e investigaciones, en mi caso, nos ha llevado inclusive a tratar el tema con entrenadores de los comandos israelíes para entender cómo se logra ensamblar un equipo altamente eficiente y de alto impacto; ellos precisamente son un ejemplo de eso. El punto interesante de lo que a este tema se refiere, es que en este tipo de equipos hay diferentes jerarquías, tienen diferentes y varios jefes dentro del mismo equipo, unos por su jerarquía militar y otros cuando están en el “campo de acción”, la jerarquía pasa hacer desde la perspectiva funcional.
Esta información combinada con un artículo que publicó el profesor Astrachan en el año 2006, nos permiten clasificar entonces desde la perspectiva funcional por su nivel de involucramiento, los diferentes tipos de miembros de juntas directivas que encontramos en las empresas familiares.
1) El fantasma: es un personaje que nunca aparece, con muy bajo nivel de involucramiento, y si aparece muy de vez en cuando no sabe qué hacer.
2) El que solo firma: bajo nivel de involucramiento, en algunos casos porque no sabe cuál es el rol que
debe jugar (el caso de una viuda que nunca atendió los asuntos de la empresa), firma los documentos
sin revisar los temas a profundidad.
3) El que revisa formalmente las decisiones y documentos sin participar en ellas: con un nivel medio-bajo
de involucramiento en el proceso.
4) El Nominal: que está involucrado de manera legal y participa de manera limitada, puesto que sí revisa a profundidad solo las decisiones importantes y también algunos indicadores.
5) El miembro Activo: es aquel que participa activamente de las reuniones, cuestiona la estrategia, la misión, visión y pide establecer objetivos claros y mesurables.
6) El Catalizador: es aquel que participa de manera muy activa, no solo en las reuniones de la junta, sino también ayuda en los diferentes comités, inclusive sirve como coach en algunos casos a miembros del equipo de administración, participa en la configuración y modificación de la estrategia, la visión, la misión, en establecer los objetivos y políticas dentro de la empresa.
7) El Súper-Catalizador: es el que cumple con todos los atributos del punto anterior, además es un personaje que asume un rol de liderazgo positivo en el equipo, con importantes contactos en el mundo empresarial, ayudando a implementar la estrategia de manera más eficiente.
8) El Tóxico: personaje que desafortunadamente en algunos casos no falta, lleno de conflictos de intereses, que generalmente toma las decisiones primero según sus intereses personales y no antepone los intereses de la compañía, pero también afecta negativamente la dinámica del equipo; está dispuesto a transar si se le permite tomar ventaja de las decisiones por circunstancias diferentes.
En especial en las Empresas Familiares, cuando hay algún tipo de Junta Directiva, encontramos posterior a la etapa de evaluación, una combinación de varios de las tipologías descritas anteriormente.
Cuando en una Junta tiene los tipos enmarcados en los números mencionados como 5, 6 y 7 en su mayoría, su nivel de impacto estratégico positivo en la compañía tiende a ser más elevado.
El establecer una “junta de lujo”, que esté conformada principalmente por la combinación de los tipos mencionados como los números 6 y 7, es lo ideal, en algunos casos, si solo está conformado por número 7 pudiera llegar a hacer un cortocircuito.
Las familias empresarias tienen que aprender cómo hacer la combinación perfecta, que sea a la cual puedan sacarle mayor provecho de acuerdo a cada caso y circunstancia en particular.